LA NUEVA OLA
El Género
El trap, rap, batallas de freestyle es un género que ha copado la vida de los jóvenes. El fenómeno “L-Gante” con su denominada cumbia 420, puso en boca de los medios hegemónicos un movimiento que se viene gestando hace tiempo.
Es una forma de expresión que tiene está nueva generación que manifiesta las vivencias de cada uno de
sus voceros. Ya sea en una batalla de rap, una canción o una simple improvisación,
estos jóvenes se encargan de darle vida a un género que por lo visto se concreta con
pocos recursos. Sin embargo, ha adquirido una masividad que llamó la atención de los
medios en cuestión, que pararon la oreja y se interesaron en el movimiento.
Los Medios hablan
“Los quieren fumando porro y escuchando trap”
Palabras de un panelista de A24, que comenta que los políticos quieren que los jóvenes
estén “perdidos”, consumiendo sustancias y escuchando ese malicioso género urbano.
Existe un discurso muy claro de que un joven participe de la política y en la vida en
sociedad no anda metido en esos asuntos. Hablar sobre el ideal de juventud es algo que
ocurre tanto en los medios, instituciones y hasta en los mismos políticos. Revestir sus
discursos para aquellos que son el futuro, buscan brindarle una protección. Sin embargo,
más de uno cae en prejuzgar sobre las preferencias de estos grupos de jóvenes. En
épocas de campaña, hablar de “ellos” se vuelve un caballito de batalla ideal para
posicionarse con algún tipo de discurso. Posicionarse tanto como político, periodista o
cualquier figura pública.
Fabio Vallejos entrevista a un trapero en su programa en Crónica y comienza diciendo:
“Mira, lo que yo opino es que el trap no es música”.
Se refiere a que la música de los 80’ que en su momento también era transgresora, tenía
al menos una “estética”. Claramente entramos en una comparación con el rock. Aquel
rock que hizo ruido en los jóvenes de la época y que transgreden las pautas de las
generaciones pasadas. Eran revolucionarios, contestatarios e iban en contra de los
mandatos impuestos. Algunas de las características propias del género urbano, pero al
parecer el primero es música y este último no.
Otro panelista aclara que su rechazo hacia la música se origina en el momento que no
entiende la letra. En vez de preguntar qué significa la letra prefiere decir:
“Esto es una mierda”.
Tiene algo que ver el tema de la música con los jóvenes en general. No los escuchamos,
no tratamos de entenderlos, solo nos quedamos con nuestra opinión creyendo que es
válida. No paramos la oreja para entender el porqué de su accionar o el porqué de su
forma de pensar. Instruirse también es parte de entender, y por el lado de personas que
en teoría manejan un uso adecuado de la información, carecer de ella y opinar sobre el
tema en cuestión parece ser algo cotidiano. El “hablemos sin saber” de las sobremesas
familiares se traslada hacia los medios hegemónicos.
Incomprendidos, la nueva ola
Hace unos días tuve el placer de dialogar con una colega que me decía que “no entendía
a esta nueva generación”. No se comprende sus modos, sus tiempos e incluyo en ese
“combo”, que tampoco se entienden sus preferencias musicales. Sin intención de
desviarme de lo que nos acomete que es la música, hay un dilema entre una generación
que está siendo incomprendida y unos medios que siguen direccionando información
sobre ellos.
Pablo Semán y Pablo Vila comentan en su artículo “La música y los jóvenes de los
sectores populares”: “Con todas las relativizaciones que proponemos para la categoría
de “género” es indudable que existe un nivel de la realidad sociológica muy agregado,
muy abstracto, pero válido para discernir grandes movimientos, tendencias o clivajes de
la apropiación de música tanto en la producción como en la recepción y en todo lo que
este movimiento circular expresa y, sobre todo, constituye, en relación con ciertos
fenómenos sociales. Para comprender este nivel tan macro, igual es necesario contar con
la voz de los actores, los músicos, los oyentes, pero a su vez es necesario sobrepasar,
pero sin abandonarla definitivamente”. Sobrepasar la voz de los actores, pero sin
abandonarla definitivamente. Es el cierre de esta cita que nos brinda herramientas para
comprender los géneros musicales. Algo a tener en cuenta es que la cita de Pablo S y
Pablo V, trata sobre los jóvenes, sí, pero referidos al tiempo del rock. Escuchar a los
actores es su reclamo. Si lo hicimos en otras épocas y ha funcionado bien: tengamos en
cuenta que el rock se consolidó como un bloque histórico dentro de la cultura argentina
y su folklore musical. Por qué no preocuparse por entender estos nuevos mecanismos y
así tal vez en algún futuro contar con un nuevo patrimonio argentino.
Fenómeno L-Gante
L-Gante en la mesa de Juana Viale: "¿Con qué cubierto arranco? “. Preguntas como por
ejemplo si se levantó temprano, fue una muestra del trato hacia el artista que tuvo la
oportunidad de asistir a una lista de programas de la televisión argentina. Incluso el
popular conductor Marcelo Tinelli, comentó en una transmisión en Twitch que tenía
muchas ganas de dialogar con el joven cantante. L-Gante paso por los programas siendo
oro puro para los conductores, siendo para muchos jóvenes la figura que los representa
y habla por ellos. ¿Hay algo más allá que solo este artista?
La generalización del género musical copa las mesas y opiniones donde tuve la
oportunidad de oír, parar la oreja y comprender que muchos espectadores de estos
programas entienden a L-Gante como el artista que representa a los jóvenes que escuchan trap. ¿Sería correcto decir que el “Pity” Álvarez, cantante de la ex banda
intoxicados y Viejas Locas es figura del rock y de los jóvenes que escuchan rock?
Supongamos que el “Pity” Álvarez sea el único artista del género en ser filmado, la
única voz es ser escuchada y que esa misma represente a todo un colectivo. Es quedarse
con solo una porción de todo el movimiento, y en este caso contaremos con la voz de un
artista que actualmente está preso y atravesó varias polémicas. Usando la lógica L-
Gante y la lógica “Pity” Álvarez: una sola persona, un solo artista no puede hablar por
todo un colectivo, faltan más micros, más entrevistas, más voces que en realidad las
hay, pero no en los medios hegemónicos que estamos tratando.
Batallas de Freestyle
Los eventos de freestyle se realizan con pocos recursos, y en épocas de elecciones son
un atractivo para los candidatos y las municipalidades ya que con poco se logra grandes
convocatorias. El interés por los sectores no tarda en aparecer, cuando hay movimiento
dentro del ámbito juvenil, sin embargo, automáticamente comienza una oleada de
abucheos y críticas hacia el movimiento, haciendo de esto una batalla campal
generacional. Hace unas semanas se realizó en Paraná una competencia de freestyle. Se
encuentra lejos de lo que canta el artista mencionado recién, pero si compete dentro de
la cultura urbana y los jóvenes. El evento contó con la cobertura de Canal 9 de Paraná
que se tomó el trabajo de subir fragmentos de la competencia a sus redes sociales. Los
comentarios no tardaron en aparecer: “porque no agarran un libro”, “esto no es
música”, “porque no le dan prioridad a los jóvenes que hacen algo productivo”, etc.
Pongo a colación está anécdota para responder la pregunta sobre qué opina una parte del
público. En este caso sobre un evento como lo es una batalla de freestyle donde no
necesariamente se hace apología al delito y al consumo de sustancias como el rap
noventero, donde es más los más jóvenes toman un micro y comienzan a batir un duelo
de vivencias donde se requiere de agilidad e inteligencia argumentativa para hacerlo.
A modo de reflexión
Pasamos de las flores que tiran los medios, agrandando a los artistas que con la edad
media de 20 años ya están captando miles de espectadores. Nos vamos al otro extremo
donde se cree que esto no es música, solo una pérdida de tiempo para los jóvenes.
Aunque pareciera conveniente situar este género urbano con un pilar de la cultura
nacional como es el rock, no haría más que sacar las situaciones de contexto e interpelar
lo que les pasaba a las generaciones pasadas con las actuales, sin embargo, como hemos
visto podemos aprender sobre las herramientas que se usaron en ese momento para
situar a los actores del rock y comenzar a tratar con más fineza estos nuevos
movimientos, no caer en la bajeza ni en lo mediático. Claramente son otros modos,
otros actores y por sobre todo son otros tiempos. Está claro que, por parte de los medios,
los actores políticos e incluso una generación pasada se trata de dominar el debate y
terminar con la última palabra. La reflexión por parte de la nueva oleada de artistas
resultaría incluso inocente, ante tanta grandeza que se les pinta y ante tanto desprestigio
que se le ofrece. Con poco se hizo mucho, sin intenciones de encajar, nos están tratando
de hacer encajar y no pueden lograrlo.
¿No será que todo termina en un mismo valor que nos debería unir? el respeto. Mientras
tanto los pibes y pibas siguen cantando, siguen creando, siguen rapeando y haciendo su
cumbia 420, haciendo su trap y posicionándose como una generación que con dos
mangos está moviendo la agenda, está generando debate y metiéndose en los oídos de
todos los sectores. De Argentina para el mundo, los jóvenes artistas, la nueva ola.
Fuentes:
https://www.redalyc.org/pdf/822/82201201.pdf La música y los jóvenes de los sectores
populares: más allá de las “tribus”, Pablo Semán y Pablo Vila.
https://www.youtube.com/watch?v=O6-4TDSnZbk&t=277s Tian: "El Trap le canta a
los jóvenes de hoy", Crónica TV.
https://www.ambito.com/espectaculos/television/l-gante-la-mesa-juana-viale-con-que-
cubierto-arranco-n5271114 L-Gante en la mesa de Juana Viale: "¿Con qué cubierto
arranco?,
ámbito.com.
https://www.cultura.gob.ar/glosario-de-terminos-de-hip-hop_4515/ Glosario de
términos de hip hop.