
HAY PRECIOS RÉCORD EN LOS TERNEROS, EL CONSUMO ESTÁ EN PROBLEMAS ?
La suba en el precio de los granos desató una ola compradora en el mercado de terneros. Por estos días se están convalidando valores muy elevados, en un amplio rango entre $350 y $400 el kilo, en algunos remates puntuales se llegaron a superar dichas marcas.
La soja con valores de $50.000 la tonelada, el maíz en torno de los $32.000 la tonelada y el trigo en valores de $35.000 la tonelada, despertaron el apetito comprador en el mercado de la hacienda vacuna.
Un ternero de aproximadamente 200 kilos vale entre $70.000 y $80.000, muchos agricultores tomaron la decisión de comprar terneros como resguardo de valor y salieron de granos y cereales para comprar animales. El problema es que el animal terminado no lo compra alguien para resguardo de valor, va a consumo en donde el peso del salario incide en el precio final del animal terminado. Si los salarios pierden la carrera contra la inflación, la demanda de alimentos va a disminuir y esto impactará en el precio de la carne.
En la actualidad la brecha entre el valor del ternero y el animal terminado se ubica entre $50 y $100 por kilo, una diferencia que se hace indescontable si el animal va a un corral y se le brinda alimento balanceado. El costo del maíz es muy elevado, alcanzando valores insospechados, que hacen inviable el negocio de engordar terneros.
Estamos en un escenario en donde el ternero seguirá aumentando de precio, en la medida que los agricultores compren animales como resguardo de valor, mientras que el animal terminado con destino a la mesa de los argentinos tendrá un precio que será difícil impulsar a la suba por tener salarios que vienen perdiendo contra la inflación.
El criador encontrará más rentabilidad a futuro, mientras que el engordador a corral irá desapareciendo del mercado, ya que resulta imposible obtener ganancias en este contexto.
Tenemos muchos animales en la pradera, pocos terminados y la hacienda que llega a faena va perdiendo calidad. La política gubernamental de cierre de exportaciones nos llevó a un escenario muy negativo, ya que las cantidades exportadas disminuyeron y lo mismo ocurrió en el mercado interno. El gobierno buscó como objetivo bajar los precios de la carne y lo único que está logrando es aumentarlos.
Conclusión:
El mercado sigue apostando por el ternero como resguardo de valor, con valores que no son racionales. La hacienda liviana entre 300 y 390 kilos tiene un precio que no logra dejar con rentabilidad al que engorda a corral.
Estamos inmersos en un círculo vicioso que lo único que logra es que la cantidad de carne producida sea menor, caiga el consumo per cápita y deje muy dañado a muchos jugadores en la cadena**. El precio del ternero está impulsado por los buenos precios agrícolas, no por la mayor demanda de consumo.**
Fuente: Salvador Distéfano

