” ÉSTO NO LO HARÍA EN ARGENTINA”
Carla Beltramini y su marido buscan la renovación de la visa. Para que eso ocurra, deben cumplir 88 jornadas laborales de 12 horas cada una. “Extraño mi país y no estoy invitando a nadie a que venga”, le dijo a TN.
En la Argentina son las 5 de la mañana y la familia de Carla Beltramini duerme. Ella, en cambio, observa en la pantalla de su celular que ya son las 19. Debe prepararse para una nueva jornada laboral que finalizará a las 7 de la mañana del día siguiente.
La entrerriana de 29 años, nacida en Concepción del Uruguay, está radicada desde noviembre último en Nueva Gales del Sur, Australia, junto a su marido Santiago, con quien empezó su relación hace más de una década.
Fue ella quien hace pocos días utilizó su cuenta de Twitter para contar cómo es su vida del otro lado del mundo, conviviendo con la peligrosidad del campo y esquivando las víboras y arañas que le provocan temor.
La pareja trabaja en el turno nocturno de una granja australiana, 12 horas por día, con el propósito de cumplir las 88 jornadas laborales que les permitan extender la visa Work and Holiday por un año más.
Ambos fueron ubicados en un lote de maíz, en donde para esta época del año deben llevar a cabo tareas de irrigación. “El trabajo consiste en activar los sifones o tubos negros de irrigación, pero también hay otros campos, otros lotes, que son por inundación”, explicó Carla a TN.
Antes de emigrar, la licenciada en Comunicación Social vivió en Buenos Aires y trabajó en diversas agencias de publicidad. “Nos vinimos porque queremos conocer nuevas culturas y tener nuevas experiencias. Vivimos un año y medio en España. Estamos ahorrando para poder viajar por Australia”, explicó la mujer que suele compartir su día a día en su cuenta de Instagram (@carbeltramini).
En su hilo de Twitter, reveló que, además de extender la visa, la pareja busca ahorrar la mayor cantidad de dinero para comprar una van y así recorrer, durante cuatro o cinco meses, el país a lo largo y a lo ancho.
“Solo debemos pagar 40 dólares australianos de alojamiento cada uno y la comida (gastamos 370 en la última compra y nos alcanza para 15 días”, dijo Carla, que en diálogo con este medio agregó: “Nos pagan por semana y cobramos 23,50 dólares australianos por hora. Se ahorra bastante”. En la conversión, la pareja gana -por día- alrededor de 200 dólares estadounidenses (US$1000 semanales).
También explicó que en el lugar en el que viven, como las temperaturas son altas, se riega constantemente los campos. Que cuando se termina una parte automáticamente se sigue con otra. “Algunos de nuestros compañeros no conocen el mar (está a cinco horas en auto) y otros nunca se han tomado vacaciones en su vida”, reveló.
“Esto no lo hubiese hecho en la Argentina”
“Es agotador, pero con fecha de caducidad es más fácil. No recomiendo hacerlo en enero por las temperaturas durante el día (durante la noche todo ok). Contamos las horas en un cuaderno, detallando las tareas también, y todos los domingos entregamos las hojas en la oficina y los miércoles ya tenemos nuestro sueldo depositado”, sostuvo Carla.
Luego de su publicación en Twitter, la cual se volvió viral en cuestión de horas, muchos usuarios la criticaron por aceptar un trabajo con tanta carga horaria. Carla aclaró: “Sí tengo días libres, gente. No doy el alma para trabajar. Lo estamos haciendo porque queremos extender la visa, no por placer”.
La entrerriana busca marcar un punto en este aspecto: la razón por la que ambos aceptaron este trabajo es para ahorrar y permanecer legales en el país. No lo harían sin esos objetivos ni aceptarían tareas que tampoco harían en la Argentina.
“Esto no lo hubiese hecho en la Argentina. Lo hacemos porque Australia lo exige, pero este trabajo en el campo, en la Argentina, no lo haría”, remarcó Carla.
Ante las críticas y los cuestionamientos que suelen darse en las redes sociales, Carla enfatizó: “Amo Argentina, ¿cuándo dije que no? ¿O que no volvería? No saquen conclusiones sin saber. No estoy idealizando a Australia ni esta experiencia. Cada experiencia es personal”.
“Se extraña muchísimo la Argentina. Haber visto el Mundial acá fue difícil: estuvimos solos, a las 5 de la mañana y en el medio del campo, viendo los partidos”, recordó Carla.
Y completó: “Lamentablemente, a esta altura la gente sigue opinando la vida del resto por un hilo de Twitter. En ningún momento digo que se vengan a Australia, no estoy invitando a nadie, solo estaba aburrida y quise contar mi experiencia. Eso me entristece un poco. En vez de preguntarme, me critican”.
Fuente: TN