A.P.M. INFORMA ACERCA DE LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA

El martes 8 de marzo en el sector municipal provincial pusimos en marcha la coordinación de fuerzas junto a un conjunto de destacados Dirigentes Gremiales con una notable representación territorial por los Sindicatos allí reunidos.

Los mismos dirigentes calificamos el antecedente como un “hecho histórico” para el sector. Claro la representación coordinada en la sede del Sindicato Municipal de Rosario tiene la fuerza de una mayoría abrumadora del 75 % de los trabajadores y trabajadoras municipales: el anfitrión Rosario, San Lorenzo, Villa Constitución, departamento  Las Colonias, General  López, Castellanos, entre otros que manifestaron su adhesión entre ellos La Capital y nos autodenominamos Sindicatos Municipales Independientes (SMI), para diferenciarnos como sindicatos sin federación , lo que equivale a decir que no reconocemos ninguna representación por encima de cada Sindicato de Base.
En ese encuentro, luego de un análisis de la profunda Crisis que atraviesa la cuestión de la Negociación Colectiva en el sector municipal en toda la Provincia, que comprende los Derechos Fundamentales del Trabajo, resolvimos que a la indiferencia de la Autoridades había que hacer notar nuestra existencia con un plan de lucha.
Efectivamente, decidimos decretar un paro coordinado de actividades sin concurrencia a los lugares de trabajo para los días 22 y 23 de este mismo mes de marzo en cada Departamento de nuestro ámbito de representación.
Esta ruptura novedosa e inesperada, puso en funcionamiento un mecanismo reaccionario entre las Autoridades y la Festram con la intención de bloquear el movimiento de los SMI. Efectivamente, en la reunión del día jueves 10 se apuraron en anunciar que en la Paritaria municipal de la Provincia se había alcanzado un acuerdo del 46 % de aumento del salario. Es decir, igual que el alcanzado en la paritaria de UPCN – ATE, hasta ahí nada nuevo, todo homogéneo como marca la tradición provincial.
Lo llamativo es el proceso de cómo se llegó al anuncio: justo cuando los SMI publicaron la reunión y el plan de lucha. Se desnuda así la clara intención de bloqueo ya que el mero anuncio del SMI actuó como mecanismo de presión para “arreglar” como sea un porcentaje tentador. Esta nueva realidad implica modificar el plan de lucha del SMI. que decidiremos en el próximo encuentro. Veamos.
Es un hecho irreversible que la Paritaria municipal provincial es un cuerpo sin vida ya que sólo representa el 25 % de los trabajadores y trabajadoras municipales y comunales. Vale decir que carece de legitimidad de representación, es ilegal por cuanto el Fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (caso APM, 29/10/20) la declaró inconstitucional y, por ende, en semejante debilidad no tiene capacidad para discutir sobre la realidad que vivimos los trabajadores y trabajadoras, menos responder a nuestros intereses. Se ha convertido en una simple cáscara vacía, ¡bue!, aunque antes sólo revestía la formalidad de una negociación, como todos sabemos siempre fueron “arreglos”.
Es también un hecho histórico que la dirigencia de Festram ni siquiera se “enojó” esta vez, ni tuvo la “necesidad” de tener que recurrir al clásico libreto del paro, rompiendo con la imagen de “duros” que caracterizaba su tradición, ya que armoniosamente las Autoridades accedieron a poner el 46 % de aumento. ¿No será que sobra plata en las cajas administrativas y en los plazos fijos? Pues, cómo se explica que, ante la mínima presión, más bien un amague, de los SMI en un día se apuran a “arreglar”. Inédito al menos. Toda una novedad, ya que ni siquiera pueden practicar el bonapartismo de precariedad, sino que ahora se han devaluado (?) al autoritarismo complaciente.
Unos números para ver la dura realidad.
Desde la reedición de la nueva etapa neoliberal con el ajuste y devaluación del tipo de cambio del gobierno de cambiemos el salario de los trabajadores, según nuestro equipo técnico avalado en datos oficiales, ha perdido el 60 % del poder adquisitivo, el mayor impacto fue con las devaluaciones del año 2019, un promedio de caída anual del orden del 15 %.
Con el actual gobierno la pauta inflacionaria en el primer año (36 %) mostró una atenuación para retomar una fuerte senda alcista el año 2021 (50,9 %). Al comienzo de este año la inflación aparece desbocada con el agravante que el conflicto bélico dispara los precios de los alimentos y la energía, dos componentes básicos que pega de lleno en la formación de los precios de los bienes de consumo en una familia.
El escenario se complica aún con el giro que pudiera tener la guerra en Ucrania ya que a mayor inestabilidad en la región esos dos componentes pueden disparar la demanda internacional, por un lado, de alimentos que produce nuestro país (cereales, oleaginosas, verduras, frutas, carnes y leche) que compartimos con Ucrania y, por otro, el de la energía, donde Rusia es el principal productor de hidrocarburos. Es decir, de continuar la guerra aún cuando Rusia pudiera ocupar Ucrania luego tendrá que lograr lo más difícil sostener la ocupación, en la que falló hasta EEUU en Afganistán, los precios de los alimentos y los hidrocarburos cierran una absoluta incertidumbre sobre la evolución de la inflación en el país para los meses venideros.
En este escenario se monta el arreglo de la deuda externa con el FMI que también tiene implicancias que van a incidir sobre la evolución de los precios y las expectativas inflacionarias.
Nuevamente el escenario es de absoluta incertidumbre que depende de un juego a varias bandas con variables económicas (evolución de la guerra y condiciones del arreglo con el FMI que van a incidir sobre tipo de cambio, tasa de interés, balanza de pagos –exportaciones importaciones-, precios de insumos básicos importados para la industria, precios de alimentos y energía, etc.) en tal estado de inestabilidad que cerrar un acuerdo sobre salarios a seis meses ojos vistas es por lo menos temerario, sino aventurero.
El Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana informó que en febrero los alimentos subieron 9,8% que acumulan desde que asumió el actual gobierno un 154 %. En febrero se necesitó $ 36.986,91 para comprar la Canasta Básica de Alimentos para una familia de cuatro personas. Pero para la Canasta Básica Total en febrero se necesitó $ 84.700,02.
Es decir que el 46 % a setiembre que “arreglaron” las signatarias de la ilegítima Paritaria municipal provincial corre el riesgo de verse diluido o devaluado a poco de partir. Pero lo más grave de ese “arreglo” (léase que no digo acuerdo) es que aparece la consigna de “ni hablar de empezar a recuperar el poder adquisitivo del 60 % del salario perdido en el período 2015/19”.
La Paritaria de la APM que promovió el año 2021 de manera voluntaria, ya que injustificadamente se reniega por parte de las Autoridades conformar la mesa de negociación en el Dpto. Las Colonias bajo las pautas legales vigentes y fallos judiciales del Fuero Laboral que nos acuerdan este derecho, acordó una recomposición del 57 % lo que implicó una recuperación del poder adquisitivo del 7 % por sobre la inflación. A este promedio anual para 2030 alcanzaríamos el poder adquisitivo del año 2015.
Si esto parece desmoralizante qué esperanza podríamos abrigar con el bonapartismo de precariedad devenido en autoritarismo complaciente.