LOS PRECIOS DE LA CARNES BOVINA

Este informe tiene el propósito de analizar la evolución del precio de la carne vacuna e indagar las razones de su comportamiento. Para ello, desde el Observatorio de Precios del CEPA se realiza el presenta análisis del rubro carne vacuna [1], correspondiente al mes de mayo de 2022.Como se ha señalado en informes precedentes, este rubro representa buena parte de los consumos de las y los argentinos, dado que el consumo de carne representa, en la conformación del índice de precios al consumidor (IPC) entre 7% (GBA) y 13,3% (noreste) del total.

 

Parte 1. Evolución de precios de la carne durante 2021/2022

El mes de mayo de 2022 mostró un incremento promedio de los cortes de carne vacuna del orden de 6,1%. En términos interanuales, estos cortes incrementaron su precio 68,4%.

 

Haciendo una cronología de lo sucedido en los últimos dos años, es posible mencionar que luego de las subas por encima del 75% de los precios al mostrador de la carne vacuna en 2020, el primer semestre de 2021 comenzó con nuevas subas que totalizaron otro 35% de aumento. Ante esta situación, el Gobierno Nacional tomó una serie de medidas para frenar los incrementos generalizados en la cadena de valor. Estas medidas permitieron cortar la dinámica alcista y, entre julio y octubre, los precios retrocedieron 3%. Sin embargo, noviembre y diciembre, meses donde suele aumentar el consumo, mostraron nuevamente incrementos sensibles en el precio de la carne promediando 11% y 10% respectivamente. Estos incrementos se mantienen durante el primer bimestre del año de manera más moderada y en marzo y abril vuelve a acelerarse llegando al 8,5% y 8,4% respectivamente.

En mayo puede observarse un impacto heterogéneo de los aumentos con relación a los distintos cortes. Al igual que en el mes de marzo y abril los“cortes económicos” fueron los que más aumentaron sus precios: 8,4%. El resto, “intermedios” y “caros” aumentaron 6,3% y 5,7% respectivamente.

Adicionalmente, es importante destacar la evolución del precio de productos sustitutos a la carne vacuna. El pollo, por ejemplo,por tercer mes consecutivo, mostró un fuerte aumento de 6,3%. El indicador que suele representar este proceso y que vincula la evolución del precio del asado en relación con el precio del pollo, muestra una reducción que llega a 3,51, producto del incremento diferencial del pollo.

Si se analiza la cantidad de kilos de pollo fresco que se puede comprar con un kilo del corte vacuno más consumido (el asado), se observa que el asado se había revalorizado fuertemente en relación con el pollo. La brecha entre ambos productos llegó a ser de 4,04 kilogramos en diciembre 2021. Esta relación se mantuvo en 3,68 kilos de pollo por kilo de asado a marzo de 2022. En mayo la brecha alcanzo 3,51 producto del incremento en el precio del pollo.

Asimismo, en términos interanuales, las variaciones de la gran mayoría de cortes continúan por encima del nivel general de precios de la economía (+57,8%aproximadamente), sobre todo los de gran consumo interno: asado (63,2%), vacío (67,1%) matambre (64,0%).

 

En buena medida, el incremento de precios explica, entre otras razones, la reducción en el consumo de carne bovina en los últimos años habiéndose reemplazado por otros tipos de carnes más económicas, como la aviar o porcina. Según el monitor ganadero anual de la Bolsa de Comercio de Rosario, el consumo per cápita de carne vacuna continúa perforando el nivel histórico, situándose en abril en 46,17 Kg/hab/año. Lo llamativo es que, frente a este escenario de caída del consumo, el precio continúa en niveles elevados, ampliamente superiores a la inflación.A continuación, y para profundizar este análisis, se describen y analizan los principales argumentos que sostiene el sector acerca del aumento de precios, para finalmente esbozar, según CEPA, cuales constituyen las principales razones de este fenómeno.


Parte 2. Análisis de los principales argumentos esgrimidos por el sector acerca del incremento del precio de la carne

1.El aumento de la inflación en su conjunto. Uno de losargumentos más utilizados por las entidades para enmarcar los aumentos, es el incremento general del nivel de precios en la economía (“La invernada, al ritmo de la inflación” [2]). Al analizar la dinámica de precios de carne en mostrador junto con precio de novillo e inflación, resulta difícil sostener el argumento de “precios siguiendo a la inflación”considerando que las subas en hacienda y mostrador acumuladas superan largamente a la inflación general.

En la serie que va desde inicios de 2020 hasta hoy, se observa que a finales del primer año la curva de precios de novillito y de carne vacuna toman distancia del IPC.  Se percibe además, que luego de 4 meses de estabilización de precios (julio, agosto, septiembre y octubre de 2021) como resultado del impacto de la limitación a las exportaciones, y cuando desde el sector se instaló el argumento de “atraso”, los precios de novillito y carne vacuna volvieron a incrementar la brecha respecto del conjunto de precios de la economía, manteniendo un significativo diferencial.

2.Aumento del precio del maíz. El maíz tiene impacto en la determinación de los precios de la carne vacuna, así como en otros productos sensibles como el pollo, huevo o leche, ya que es un insumo utilizado por esta industria. Un análisis de la evolución del precio de este insumo desde que se desencadenó el conflicto bélico (21/02/2022), muestra una fuerte suba de hasta el 50%, llegando a los USD 361 la tonelada hasta el momento de elaboración de este informe. Ahora bien, la pregunta que nos debemos hacer es: ¿cuál es la incidencia del maíz en el precio de Hacienda? Algunos expertos mencionan que si bien el 70% del ganado que se comercializa pasa por feedlot (donde se utiliza esencialmente maíz), sólo lo hace al final del proceso de engorde (90 días).  El precio de la carne se integra, entre otros, por el costo de la vaca, el costo del ternero y el alimento con maíz, por lo que estiman que la incidencia del maíz en el costo de Hacienda alcanzaría valores cercanos al 8% del costo total.

Pero a pesar de estos datos, se observa una correlación estrecha entre precio internacional del maíz y precio de novillito. En efecto, si bien el maíz no resulta ser el único costo en la formación del precio de la carne en mostrador, lo cierto es que pareciera operar como valor de referencia para la determinación del precio final. En definitiva, el incremento del precio del maíz puede explicar una pequeña parte del incremento del precio de la carne vacuna.

Distinto es en el caso de la producción porcina y avícola donde la incidencia del maíz resulta mayor. Para la Bolsa de cereales el maíz representa el 21% del precio (de Precios Cuidados) del pollo entero [3]. Según la Universidad de San Martín (UNSAM) un incremento del 10% en el precio del maíz redunda en un incremento del precio final (sin IVA) de casi el 3% en pollo, de 1,5% en cerdo y de sólo 1,25% en carne vacuna [4].

3. Las restricciones impuestas por el gobierno nacional explican aumento de precios. Desde el sector han cuestionado la limitación a las exportaciones aplicada por el Gobierno.

 

Si bien el volumen exportado se redujo en términos interanuales, sólo lo hizo 7%, es decir, un nivel poco significativo habida cuenta que se compara un período sin restricciones (primeros 4 meses de 2021) contra otro con limitaciones a la exportación (primeros 4 meses de 2022). De hecho, el nivel actual supera en 13% el volumen de las exportaciones de 2020 y 35% respecto al mismo período de 2019. La ratio de exportación para los primeros 4 meses de 2022 si sitúa en un histórico 27,2%, apenas un 1,2% por debajo del 2021. En este sentido continúa la presión de la demanda externa que escaló exponencialmente cuando en 2016 apenas representaba el 8,6% de la producción nacional.

 

No sólo se mantienen relativamente los niveles de exportación en cantidad, sino que, además, las exportaciones de carne bovina argentina correspondientes al cuarto mes del año 2022 alcanzaron un valor de USD 294 millones, resultando (+43%) superiores a los USD 205,6 millones obtenidos en abril de 2021. A su vez, el precio promedio de exportación es significativamente superior (+50,5%) al observado el mismo mes de 2021 y mayor al observado en mes de marzo 2022.

Frente a este escenario, hay quienes consideran que la liberación de exportaciones para la vaca de conserva moviliza el precio del resto de las categorías, dado que existe un efecto contagio cuando una de las categorías mueve sensiblemente su valor. En el gráfico a continuación se observa que el máximo del precio de vaca de conserva en enero de 2022 presenta un correlato en novillito sólo unos meses después.

4. El escenario internacional: precios máximos históricos y demanda externa creciente. El contexto internacional de creciente incremento de precios de la carne ayuda a presionar sobre el precio local, no sólo a través de la demanda exportadora, sino también como precio de referencia.

El FAO Meat Price Index, que mide la evolución del precio de la carne bovina, porcina, aviar y ovina en el mundo, alcanzó su máximo valor (desde que se calcula, en 1990) en mayo de este año. En términos interanuales, el incremento es de un 14%, con la mayor suba en el precio del cerdo, que creció un 25% entre años. Cabe mencionar que este índice está construido sobre la base de 35 precios o valores de exportación de los 4 tipos de carnes mencionadas [5].

 

La caída del consumo en el mercado interno no conmueve los precios, evidenciando que el contexto internacional podría ser un factor que tensiona al alza los precios domésticos.

5. El problema de la oferta:parte de los argumentos más utilizados para justificar el aumento de hacienda en Liniers, es la escasez de oferta de ganado.

Tal como venimos advirtiendo los últimos informes de CEPA, la oferta de cabezas ingresadas al mercado de Liniers viene declinando en los últimos años, producto de la “competencia por el uso del suelo”. La mayor rentabilidad de los cultivos respecto de la ganadería resultó, desde mediados de los noventa, en un uso más intensivo del suelo y en una relocalización de la actividad ganadera hacia tierras de menor productividad relativa [6]. Sin embargo, si se analiza el comportamiento mes a mes, la oferta en mayo fue mayor a los meses precedentes, superando incluso al mes de diciembre, mes que suele tener un alto ingreso de cabezas al mercado, siendo, además, la marca más alta desde el inicio de la zafra en marzo. Sin embargo, se sigue utilizando la merma en la oferta como justificación del “incremento de precios”.

6. Retención del novillo como activo de valor, el contexto inflacionario, la “incertidumbre del programa económico” y la limitación a la compra de divisas, son algunas de las razones que los especialistas del sector utilizan para explicar la retención de terneros. Como se detalla en el artículo: “Esto lo hace el criador, fundamentalmente, que tiene buena rentabilidad” en un contexto de “muy buenos precios, tanto en la venta de terneros cómo en la vaca de refugio”. Esa misma valoración como activo de reserva es la que genera en el criador mayor resistencia al momento de la venta. [7]

La intención de dolarizar el excedente llevó, en parte, a que la demanda de novillos y terneros se incrementara, oficiando dicha compra como reserva de valor. La inversión en terneros que se colocan en feed lot provoca el sostenimiento del precio inicial, lo que repercute luego fijando un piso alto de reposición.

7. Poca transparencia en la oferta y demanda del mercado de hacienda de Liniers y comercialización no registrada. Si seguimos la evolución de hacienda vacuna durante los últimos meses se puede observar un particular comportamiento. Luego de cuatro meses (julio a octubre) donde, como resultado de la limitación a exportaciones, los precios se mantienen estables, desde noviembre en adelante se percibe un incremento sensible de precios. El valor de compra a niveles sumamente elevados y en tan corto tiempo por parte de consignatarios, muy por encima del precio de equilibro de los días previos, permite pensar que el objetivo se orientó en “recomponer precios” (de acuerdo con las propias definiciones de agentes del sector) y mantener los márgenes, logrando así evitar la pesificación de sus ingresos.

¿Cómo funciona en la práctica? Vale la pena analizar un ejemplo concreto que se produjo en noviembre de 2021: el comportamiento de uno de los principales consignatarios, Sáenz Valiente, Bullrich y Cía. El 3 de noviembre, el precio medio del novillito de 300 a 400 kg se negoció en $205 promedio, pero Sáenz Valiente ofreció y vendió 40 cabezas a $212, es decir, 3,5% más. Una semana después, el 10 de noviembre, ofrece y vende 6 novillitos a $215, cuando el promedio del día ascendió a $208, nuevamente 3,5% más. Dos días después, cuando se comerció en promedio a $216,7, Sáenz Valiente ofrece y vende animales similares a $229 (12 cabezas), es decir, 6% más caro. El 16 de noviembre comercializa a $265 (39 cabezas), cuando el precio medio alcanzó los $250, nuevamente 6% por encima del promedio.La dinámica de precios del Mercado de Liniers presenta escasa transparencia en relación con oferta y demanda.

Como agravante, los niveles de informalidad que presenta el sector conspiran respecto a la transparencia que se requiere para la implementación de medidas de regulación. Las limitadas herramientas del Estado para hacer eficiente la cadena complejizan aun más la cuestión.

8. La dinámica mencionada se agrava dado los niveles de concentración. En el sector frigoríficos, un tercio de la faena corresponde a 10 grupos frigoríficos. Las diez mayores empresas y grupos frigoríficos de la Argentina procesaron 3,56 millones de cabezas, con un nivel de participación del 27% sobre el total nacional.Más de un tercio de la faena en argentina se concentra en un grupo reducido de frigoríficos, lo que marca un sensible nivel de concentración en un eslabón fundamental de la cadena compuesta por: cría, engorde, faena, depostado y venta minorista.

En las etapas iniciales de cría y engorde los datos muestran que predominan los establecimientos de baja escala. Hay alrededor de 205.000 establecimientos. Sin embargo, el 5% (unos 10.000 establecimientos con más de 1.000 cabezas) concentra el 40% de la producción total. En las etapas de faena y despotado intervienen los frigoríficos. Según los registros de Senasa, hay alrededor de 450 en todo el país, con distintas habilitaciones, y los primeros 10 concentran el 27% mercado. En la etapa de venta minorista los actores se encuentran más atomizados: el 25% del total es comercializado por supermercados y el 75% por carnicerías. Adicionalmente, la concentración viene en aumento. En el 2020 se registró una caída del orden del 18% en la cantidad de establecimientos productivos dedicados de la actividad ganadera. Por esto mismo, se dio una concentración de stocks en establecimientos más grandes. Mientras en 2019 había casi 130.000 establecimientos con menos 100 cabezas de ganado bovino, a finales de 2020 se acercaban a 88.000. Al compás de ello, se sumaron más establecimientos con más de dos mil cabezas de ganado, pasando de 2.950 a 3.351 en ese mismo período [8].

El sector exportador también se encuentra muy concentrado:los 10 primeros exportadores (6% de las empresas exportadoras) concentran casi 60% de las ventas externas. Si bien los frigoríficos de mayor faena no son estrictamente los principales exportadores, todos tienen participación en el mercado externo, y un conjunto relevante participa de ambos grupos (de mayor exportación y faena).

Tal como hemos descripto, el aumento de precios de la carne no lo explica ni la evolución de la inflación, ni la falta de oferta, ni la limitación a las exportaciones. Si bien el aumento del maíz y el efecto del ternero como reserva de valor tienen efecto sobre precio, ambas razones no dan cuenta de la sensible alza de precios.

¿A qué se debe entonces el actual nivel de precios? Tres elementos juegan un papel en esta coyuntura: el precio del maíz y el uso del ternero como reserva de valor se combinan con un escenario internacional que exhibe elevados niveles de precios de alimentos junto con la demanda creciente de exportaciones y el efecto “contagio” sobre las categorías no exportables. A ello se agregan cuestiones estructurales históricas como la poca transparencia del mercado de Liniers, la informalidad y la estructura altamente concentrada. Esta conjunción de factores habilita un escenario de especulación cuyo objetivo se orienta a mantener niveles máximos de rentabilidad.


Parte 3. Últimas medidas implementadas por el gobierno nacional

Dada las razones esgrimidas en los párrafos anteriores, las medidas del gobierno se orientaron a abordar los siguientes puntos que destacamos en 3 ejes:

1. Limitación de las exportaciones, con apertura de algunas categorías, a partir del mes de enero de 2022 y hasta diciembre 2023. Tal como anuncio el ministro de agricultura Julián Domínguez, se mantienen las limitaciones a las exportaciones de carne vacuna acordándose adicionalmente una apertura total para las vacas categoría D y E (vacas regulares e inferiores) con destino a mercados emergentes (se sostienen además todos nuestros compromisos internacionales: Cuotas Hilton, 481, Israel, EE.UU, Chile y Colombia). Es importante remarcar que se mantiene vigente la imposibilidad de exportar los 7 cortes más consumidos en el mercado interno: asado, tapa de asado, vacío, matambre, falda, paleta, nalga y/o cuadrada. Si bien el sector pretendía que se incorporara la categoría C, esto no fue habilitado dado que se mantiene el diagnóstico del impacto de las exportaciones sobre los de precios locales.

 

2. La implementación desde hace algunos meses de los mecanismos de control sobre el tipo de cortes exportados y quienes pueden hacerlo, con el objetivo de limitar la operatoria del rulo cárnico, apuntaron a condicionar la dinámica especulativa. El registro de las Declaraciones Juradas de Exportación de Carnes (DJEC) se implementó con el objetivo de evitar posibles desequilibrios en el mercado interno de la carne en condiciones de abastecimiento, precio y calidad, así como también transparentar las operaciones de venta de carne al exterior, evitar subfacturaciones y triangulaciones con países vecinos.

3. Plan GanAr 2022-2023 apunta a aumentar el stock ganadero en los próximos años. Este plan elaborado junto al INTA, el SENASA y universidades públicas contempla beneficios para impulsar al aumento del peso de faena y el porcentaje de destete, con créditos por $100.000 millones a tasas subsidiadas destinados a productores, el estímulo a la inversión en genética y sanidad animal y la creación con rango institucional de un Consejo Consultivo que tendrá la tarea de realizar el seguimiento de las medidas tomadas y posibles readecuaciones futuras.

4. Acuerdo de precios:la secretaria de comercio interior renovó el programa “cortes cuidados”, un acuerdo alcanzado con el consorcio frigorífico ABC y las grandes cadenas de supermercados, con el objetivo de tener 7 cortes de mayor consumo popular a precios regulados. En la última actualización de junio, se autorizó una suba promedio de 6,4% para los próximos tres meses. Los nuevos valores son los siguientes:

 

Fuente CEPA.