LAS FALENCIAS Y NECESIDADES QUE PONEN EN DEBATE EL RESULTADO DE LAS PRUEBAS APRENDER
El ministro de Educación se refirió así a los resultados de las evaluaciones realizadas en 2021 que mostraron mayores dificultades en los aprendizajes en Lengua y estabilidad en el desempeño de los estudiantes en Matemática. Perczyk atribuyó el descenso del rendimiento al impacto de la pandemia de coronavirus y al “desfinanciamiento del sistema educativo” del gobierno anterior.
El ministro de Educación, Jaime Perczyk, dijo este martes que “las evaluaciones reafirman que es necesario que las chicas y chicos sumen más días y horas de clase”, en el marco de la presentación de los resultados de las pruebas Aprender 2021 que mostraron mayores dificultades en los aprendizajes en Lengua y estabilidad en el desempeño de los estudiantes en Matemática.
“Los resultados de las evaluaciones reafirman que es necesario que las chicas y chicos sumen más días y horas de clase porque eso significa más conocimiento y mejor educación”, sostuvo esta mañana Perczyk, durante una conferencia de prensa en la que participó Télam.
Durante su informe, Perczyk atribuyó el descenso del rendimiento al impacto de la pandemia de coronavirus y al “desfinanciamiento del sistema educativo” del gobierno anterior. “Nosotros vemos algunos problemas que son consecuencia de la pandemia, pero tienen antecedentes”, indicó Perczyk al presentar los resultados en un encuentro con periodistas del que participó Télam en la sede de la cartera educativa.
El ministro sostuvo que “los estudios de la Unesco de 2019 ya marcaban que la Argentina tenía problemas en Lengua” y dijo que “la pandemia lo que hace es potenciarlos”. “Veníamos de cuatro años de desfinanciamiento del sistema educativo”, añadió.
PROPUESTA HORARIA
Desde el Ministerio se propone que el turno mañana pase de 7 a 12 o de 7.30 a 12.30 y el turno tarde lo haga de 13 a 18 o de 13.15 a 18.15 horas de manera progresiva en las 24 jurisdicciones.
Perczyk recordó que la cartera educativa propuso en abril a las provincias “que las escuelas primarias tengan un piso de 25 horas de clase semanales lo que implica aumentar 38 días el ciclo lectivo anual en relación al actual” y subrayó que “el aumento en la carga horaria debe estar destinado preferentemente a la enseñanza de la Lengua y la Matemática”.
Asimismo, Perczyk destacó que “la jornada completa es una más de las políticas a implementar para mejorar la educación”.
Por otro lado, indicó que el Ministerio distribuyó en las escuelas primarias más de ocho millones de libros de Lengua y Matemática para que cada alumno tenga su texto escolar.
“Libros para aprender es un programa de alcance federal destinado a las escuelas primarias para fortalecer el vínculo pedagógico de niñas y niños con los libros. Cada chica y cada chico tiene sus libros para que los lleven de la escuela a la casa y de la casa a la escuela”, graficó el funcionario.
“Queremos agradecer muchísimo a las escuelas que hicieron el esfuerzo gigantesco de tomar la prueba en ese contexto”, finalizó el ministro.
Los resultados
Los resultados de las pruebas Aprender 2021, realizadas en 19.638 escuelas primarias de todo el país, expusieron mayores dificultades en Lengua y mostraron estabilidad en el desempeño de los alumnos en Matemática
El 56% de los estudiantes de sexto grado que participaron de la evaluación alcanzó los niveles de aprobación (satisfactorio y avanzado) en Lengua, mientras que el restante 44% tuvo problemas para la lectocomprensión, lo que representa casi el doble de la cifra de 2018, cuando se ubicó en 24,7%.
Dentro de ese 44%, un 22,3% se mostró por debajo del nivel básico que plantea la currícula (una suba de 15,2 puntos porcentuales respecto a 2018) y el 21,7% obtuvo un nivel básico.
Sobre este punto, el ministro explicó que “las condiciones sociales de los chicos, el financiamiento educativo, la capacitación de los docentes, la cantidad de horas y días de clase son los factores que en toda la literatura se asocian al rendimiento de los chicos” en las escuelas.
Los resultados dados a conocer se desprenden de la prueba Aprender realizada el 1 de diciembre de 2021 por el Ministerio de Educación a través de la Secretaría de Evaluación e Información Educativa.
La evaluación estandarizada en Lengua y Matemática se implementó de forma censal en sexto grado y se alcanzó a unos 623.558 estudiantes de 19.638 escuelas primarias.
Además, se aplicaron cuestionarios complementarios a estudiantes y equipos directivos con el objetivo de obtener información sobre las características de las condiciones de enseñanza y aprendizaje.
“En 2018 parece que hubo un progreso, pero hubo alteraciones en la toma de la prueba”, sostuvo durante la conferencia la secretaria de Educación, Silvina Gvirtz, y precisó que en esa edición se modificaron los criterios de corte, lo que generó “una mejora en los valores”.
Entre los factores que explican los peores resultados en Lengua en todas las provincias, el ministro señaló que esta asignatura requiere de “un aprendizaje que se da colectivamente”, por lo que fue “muy difícil” de sostener durante la pandemia.
Matemáticas
Respecto a los aprendizajes en Matemática, los resultados no muestran una variación significativa en términos estadísticos a lo largo del tiempo, detalló el secretario de Evaluación e Información Educativa, Germán Lodola.
El 23,1% de los estudiantes se ubicó por debajo del nivel básico en Matemática, el 22,1% alcanzó el nivel básico, al tiempo que el 54,8% logró los niveles de aprobación esperados (satisfactorio y avanzado).
La principal diferencia en Matemática se encuentra en la distribución de estudiantes por nivel de desempeño según el sector de gestión: el 27,2% de los alumnos que asisten a escuelas públicas se ubicó por debajo del nivel básico, mientras que en las escuelas privadas la cifra fue del 11,6%.
“Lo que mejor explica el desempeño es la composición social en la matrícula y las características socioeconómicas de los chicos” expresó Lodola.
Análisis socioeconómico
Al analizar los resultados según el nivel socioeconómico de los estudiantes que se obtuvo a través de un cuestionario adicional, en el que se consultó por bienes disponibles en el hogar, se pudo apreciar la relevancia de este factor en el aprendizaje.
En Lengua, el 43,1% de los estudiantes del nivel socioeconómico bajo se posicionan por debajo de los niveles de desempeño básico, mientras que en el nivel alto esa cifra se reduce al 8,6%.
En tanto, para Matemática el 43,1% de los alumnos y alumnas del nivel socioeconómico bajo se posicionan por debajo de los niveles de rendimiento básico, mientras que en el nivel medio alcanzó al 20,6% y en el nivel alto al 10,6%.
Perczyk dijo que revertir la situación “lleva mucho tiempo, mucho trabajo, mucha inversión”, y estimó que el tiempo para recuperar los aprendizajes “no baja de los tres años”.
Entre las medidas necesarias para la reconstrucción, destacó la importancia de mejorar las condiciones socioeconómicas de los estudiantes, el nivel educativo de la familia, extender el calendario escolar con más días y horas de clase, y facilitar la cercanía con materiales educativos, como libros, mapas, laboratorios y el acceso a nuevas tecnologías.
“Nos preocupan muchísimo los pibes que están por debajo de los niveles básicos”, marcó el ministro y sostuvo que los resultados están dentro de los parámetros que esperaban.
Antecedentes
El Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE) de la Unesco de 2019 ya había mostrado una baja en el desempeño de los estudiantes argentinos de tercer y sexto grado en todas las áreas evaluadas respecto a los resultados del 2013.
También se observó un aumento en la proporción de estudiantes entre ambas pruebas pertenecientes al nivel más bajo de desempeño en las diferentes áreas y grados.
Respecto a la región, Argentina se encontró por debajo de la media en todas las áreas y grados excepto en la prueba de Lengua de sexto grado, en la cual se ubicó igual al promedio, mientras que en 2013, los resultados nacionales no estaban debajo de la media en ningún área ni grado.
El ministro sostuvo que “la no presencialidad no pasó acá nada más, pasó en todo el mundo; hay 500 millones de chicos que no aprendieron a leer y escribir”.
“Esto es un fenómeno global, pero nosotros somos responsables de nuestras escuelas y de nuestros pibes y lo tenemos que resolver”, concluyó.