FALLECIÓ PAT MARTINO
En 1980 una amnesia lo obligó a aprender a tocar desde cero; en 2018 dejó de tocar y estuvo a punto de caer en la indigencia.
A los 77 años murió el guitarrista Pat Martino, debido a un trastorno respiratorio que arrastraba desde 2018 y que desde entonces le impedía tocar. Su representante, Joseph D’onofrio, fue el encargado de dar la triste noticia y confirmar que Patrick C. Azzara, tal su verdadero nombre, falleció en la casa del sur de Filadelfia, en los Estados Unidos, ciudad en la que se crió.
Marcado por problemas de salud
La historia de Pat Martino siempre estuvo marcada por sus problemas de salud. Desde muy joven sufrió alucinaciones y ataques epilépticos que le provocaron depresiones e intentos de suicidio, hasta que en 1980 y a raíz de fuertes dolores de cabeza, fue operado de urgencia de un aneurisma.
En esa intervención le descubrieron una malformación congénita en el cerebro. Le extirparon aproximadamente el 70 por ciento del lóbulo temporal izquierdo. La consecuencia fue una grave amnesia: Martino olvidó quién era, no reconocía ni a sus familiares, y perdió completamente su habilidad para tocar la guitarra.
Volver a aprender todo
Su padre le recordó la información básica sobre su propia vida y volvió a enseñarle a tocar la guitarra. Lo logró haciéndole escuchar los discos que había grabado antes de la cirugía. De ese modo, Martino pudo volver a los escenarios a mediados de los años ’80. Su historia quedó reflejada en su autobiografía, Here And Now! (Aquí y ahora), y en el documental Martino Unstrung, de Ian Knox.
“El cuadro de mi vida se borró; desperté en un limbo. Había olvidado todo. Mucha gente con grandes expectativas sobre mí, y yo en ese limbo. La pregunta más frecuente era: ‘¿Cuándo vas a volver a tocar?’ Y yo no sabía qué era tocar. No había sensación de pérdida. Tenía todo borrado”, contó Martino a Clarín en 2014, cuando vino a Buenos Aires para el Festival Internacional Buenos Aires Jazz.
En esa entrevista se refirió a su rehabilitación: “Fue muy trabajosa. Recuerdo que cuando en el hospital fui hasta el baño, me vi en el espejo y me sentí separado de esa imagen. Para mi recuperación volví a la casa de mis padres. Mi papá me trajo uno de mis discos con mi foto en la portada. Exteriormente era esa persona, pero por dentro era otro”.
“Después estuve casi dos años en un monasterio y encontré paz, pero comencé a sentir que estaba escondido, con miedo y decidí salir. Volví a California, a mi lugar en la Guitar Institute Technology, en Hollywood, donde estuve ocho o nueve meses”.
El regreso a la actividad
El regreso, en 1987, estuvo marcado justamente por su disco titulado The Return. A partir de ese momento volvió a sus giras, tanto en territorio estadounidense como en diferentes países del mundo.
Sin embargo, su carrera seguiría sufriendo inconvenientes. “No me sentía muy vinculado a la guitarra; el fallecimiento de mis padres, en 1989 y 1990, hizo que dejase de tocar y que poco a poco mi salud se deteriorara. Fumaba excesivamente y terminé con un enfisema y en silla de ruedas”, recordó en el diálogo con Clarín.
“Ahí debí modificar por completo mi vida. Dejé el cigarrillo y comencé una dieta de alimentación Raw (crudivegana), aunque cuando estoy en gira me permito alguna libertad como comer pescado”, confesaba. Y revelaba que también había modificado su aproximación al instrumento. “Antes me gustaba la velocidad en la guitarra: líneas rápidas, ideas precisas. Hoy disfruto en el relax de la interpretación”.
Estuvo activo en la música hasta 2018. Ese año le diagnosticaron la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) que terminaría matándolo. Lo hizo padecer muchísimo, porque le impidió seguir tocando y, entre otros males, le causó serios problemas económicos. Su manager tuvo que organizar una colecta en una plataforma virtual para pagar sus gastos médicos y que no perdiera la casa.
“Muy triste recibir la noticia de la muerte de uno de mis amigos hoy. El gran Pat Martino. ¡Se lo va a extrañar, sin duda nos dejó a todos un increíble legado musical y siempre será recordado como uno de los mejores guitarristas de todos los tiempos! Descansa en el poder, amigo”, escribió en sus redes sociales el organista DeFrancesco, amigo y compañero de ruta del guitarrista durante varios años.