EL BIENESTAR SE CONSTRUYE EN CADA TAMBO: SABER MIRAR, CAPACITAR Y MODIFICAR MANEJOS

Dando continuidad a la saga La vaca alrededor de la ubre que periódicamente organiza Aprocal, los expositores recorrieron las cuestiones relacionadas el bienestar animal. El podólogo Enrique Pofcher puso en foco las patas.

 

A primer turno el médico veterinario Roberto Albergucci, asesor y docente de la cátedra de ganado bovino de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA, recorrió la diversidad de temáticas que involucran el bienestar animal, un concepto que tiene consecuencias sanitarias y económicas muy importantes.

Cuando la vaca transita cierto nivel de estrés debe verse como una respuesta a que algunos de sus órganos o estructura están siendo sometidos a una tensión o exigencia que lo coloca al borde del desequilibrio, ha perdido el equilibrio con el medioambiente. El animal está siendo sometido a esfuerzos que le genera malestar y no da la lucha por encontrar equilibrio.

Hay partes de su estructura que son más sensibles a estas presiones, el rumen, la ubre, el hígado y la salud podal son algunos de los modos como se expresa este estrés.  “Tengamos en cuenta que una vaca en estado natural construye una estrategia de bienestar en el contexto en el cual se desenvuelve, a diferencia de una vaca en producción intensiva a la que hay que asistirla con alimento nutritivo, agua fresca y limpia, techo, cama, aire, higiene y asistencia atenta. Si esto no es así, el destrato empuja al desequilibrio”, describe Albergucci.

La producción intensiva incrementa los factores potenciales de desequilibrio y con ello el impacto de su rendimiento productivo. Veamos algunos de los criterios de evaluación:

 

 

Los factores que inducen a una pérdida de bienestar tienen que ver con varios factores, entre los que se encuentran los físicos en primer término, pero son también observables aquellos que tienen que ver con el comportamiento, o los cambios que puedan observarse en su conducta. Esto puede deberse a cambios en la jerarquía social dentro del mismo rodeo, cambios sensibles en el ambiente, o bien modificaciones significativas en la relación con las personas que interactúen con ellas.

Como en otras tareas en torno a la producción lechera necesitamos ir construyendo sensibilidades en el personal, de tal modo que puede afinarse la capacidad de percepción de anomalías en torno al comportamiento, pues en muchos casos las manifestaciones son sutiles y si podemos anticiparnos mejora sensiblemente la posibilidad de abordarlos.

Tengamos en cuenta que, en caso de que la pérdida de bienestar se deba a la presencia de alguna patogenia se corre el riesgo de que se promuevan contagios a otros individuos.

Al final, Albergucci instó a medir, registrar, acreditar en planillas para reconocer regularidades y anomalías en los individuos que componen un rodeo determinado.

Hacer hoy pensando en el futuro

El bienestar es un objetivo productivo, no un mandato de los consumidores

Luego, desde Montevideo (Uruguay) Elena de Torres expuso sobre los protocolos de bienestar animal en ese país. Convencer de la importancia del bienestar animal para transmitirlo al equipo de trabajo; y a partir de ello organizarse para abordar esta problemática.

El bienestar tiene muchos planos, por supuesto en lo económico, en lo ambiental y en lo social. Este tema reclama una mano de obra más capacitada e instalaciones acordes a este desafío.

Desde el punto de vista genético hemos trabajado en conseguir animales de una mejor performance tanto en cantidad como en la calidad de la leche, tanto en grasas como en proteínas. Estos individuos, por su producción y por la carga se hacen más susceptibles de contraer patógenos diversos.

No por demanda de los consumidores tenemos que mejorar, lo debemos realizar porque apreciamos a nuestras vacas, queremos que estén cómodas y exentas lo más posible de enfermedades.

 

Entre las buenas prácticas tenemos que pensar qué hacer con los efluentes, qué hacer con la leche descartada por presencia de elementos no deseados.

Debemos pensar también en construir un lugar de trabajo que sea deseado, donde se quiera trabajar. El bienestar en un triángulo entre los animales, las personas y el ambiente. Si algo se afecta comienza a peligrar la sostenibilidad.

-Debemos construir una buena relación humano-animal. No solo porque eso mejora los números del tambo sino porque disminuye la propensión a contraer enfermedades, a incrementar el riesgo o el estrés. Si lo consigo, estoy construyendo un ambiente amigable para las personas involucradas en el proceso productivo.

-Las instalaciones son un elemento importante: si no está bien diseñado o está sobrecargado se introduce una anomalía en el ambiente.

-Otro elemento es la raza que integra nuestros planteles, y sabemos que la vaca Holando es sensible al estrés calórico, por ejemplo.

-La sanidad del rodeo es muy trascendente

-La actitud y aptitud del personal a cargo del proceso productivo. Si se integran empleados o profesionales nuevos hay que dedicarles el tiempo necesario para una integración que no introduzca “ruidos” en el ambiente del tambo.

Evaluar por áreas

La profesional uruguaya describo la producción lechera en su país como diversa, donde conviven sistemas diferentes adaptados a cada contexto y escala. Por ello propone evaluar el bienestar animal por áreas en el tambo.

En los sistemas pastoriles hay que analizar el pasto, las distancias y las características del bebedero, la sombra, manejo de vaca parida y la carga, entre otros ítems.

En los sistemas confinados poner el acento en las áreas preparto, teniendo en cuenta las cantidades de ejemplares que revisten esta condición, el manejo de la vaca parida y la organización del periparto y manejo de la ternerada, crianza, rutinas y composición de los diversos planteles, entre otros temas.

Como vemos, son una diversidad y multiplicidad de temas a observar. ¿Por dónde comenzar?

Torres sugiere el análisis de la condición corporal como un elemento que transparenta el bienestar animal.

Un elemento en el que se detuvo fue el tema del agua en los bebederos, abundante, fresca y cercana.

Otro aspecto es la carga animal por espacio que ocupan, con lugares limpios y cómodos para el descanso, con un score de suciedad bajo en corrales de espera y áreas de alimentación.

 

Al cierre, la especialista uruguaya hizo hincapié en las pérdidas de leche en cantidad y calidad devenidas del estrés calórico, un elemento muy importante más cuando ingresamos a períodos estivales.

 

El “bienespodal” animal

Acompañado de un neologismo para nominar un concepto que une a las patas de las vacas y el bienestar expuso en el IX episodio de Aprocal el doctor Enrique Pofcher, podólogo bovino y docente de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNLP.

Cuando hablamos de patas generalmente se plantean soluciones mágicas y en este problema no las hay. Y las soluciones más a mano es acudir a antibióticos que no reporten presencia en leche, y si no mejora le duplicamos la dosis. Si sumamos Antibióticos + leche descartada + tiempo de asistencia es mucho más oneroso que llamar a un especialista.

Las vacas rengas

“A las vacas rengas las asociamos a tres causas: barro, alimentación incorrecta y antibióticos. Aun en épocas de pocas lluvias, como las que atravesamos estos últimos tiempos, los problemas de pata siguen siendo muy frecuentes”, apunta.

No todo debe asociarse al barro, a la comida o al exceso de antibióticos son que hay múltiples factores que llevan a renguear a las vacas, y uno de los problemas es que no sabemos reconocerla, cuando la dificultad para moverse o levantarse se manifiesta abiertamente.

“Los problemas de patas es uno de las problemas de reproducción”, asevera Pofcher.

Lo que muchas veces no nos damos cuenta es principales causas de pérdidas en un tambo pero siempre estuvo encubierta, detrás de la mastitis y los que los problemas de pezuñas muchas veces son los que luego dan lugar a mastitis o dificultades para que una vaca se preñe.

Son muy dolorosas para el bovino, está entre las más dolorosas para una vaca, y es una de las principales causas de venta, luego de varios intentos de cura con los costos que esto acarrea.

Dice Pofcher que en los rodeos de nuestro país hay entre un 10 a 50% de problemas de locomoción de las vacas debidos a problemas de pata, y una de las causas es que se las atiende tarde y mal.

El especialista arrima algunas razones que justifican tantos problemas de patas en los rodeos lecheros. “Uno de ellos es que se pone el frente de la identificación de esta dolencia a personal con baja capacitación munido de una amoladora con disco de corte”, cuenta, y aconseja diseñar una rutina para enfrentar este problema.

“Creo que hay cierto menosprecio a la problemática de patas en el tambo. Para bajar el promedio de vacas con problemas revisitamos una propuesta que hicimos hace un tiempo sobre este tema”, recuerda.

Repasemos:

 

 

El problema de patas no es erradicable: lo que no implica que tenga un número manejable de vacas afectadas. “Hay que tener pocas vacas rengas”, apunta Pofcher.

-Enfocar el sistema de modo completo: el barro, las instalaciones, la alimentación

-Cuando levantamos la pata, ya es tarde. “Si miro de cerca la afección podal ya pasé por todas las alarmas anteriores”, traduce.

La rentabilidad también pasa por el confort y el bienestar

“Estamos en un momento productivo donde los animales son más eficientes, son estructuras sometidas a una demanda alta; y por otro lado vemos que el clima cambia sensiblemente: los calores son más intensos, los animales bordean el estrés en modo casi permanente”, recorre el especialista.

Hay enfermedades que cambian las prevalencias y vemos que en tambos no había grandes problemas podales y ahora es diferente, ya su presencia es inocultable y afecta a una buena parte de los planteles.

Pofcher recordó las cinco libertades que deben regir el bienestar animal, emanado por la Organización Internacional de Epizootías (OIE) de la World Organisation for Animal Health: Hambre y sed; Malestar físico y térmico; Expresar el comportamiento animal; Miedos y angustias, y Enfermedades, dolor e injurias. Las repasamos:

Estar libre de sed y hambre implica que debe asistirse con 120 litros de agua fresca por día. Si no es accesible, a veces el individuo desiste de beber agua por las dificultades que ello implica.

 

La comida es esencial pero debemos reconocer las etapas. Una vaca posparto tiene balance energético negativo y baja sensiblemente su peso y esto hay que vigilarlo, puesto que esta reducción se observa también en sus patas, con la pérdida de su almohadilla digital, que tiene la función de amortiguación en la pisada. Es por ello que la presencia de renguera es muy propia del periparto.

 

 

El objetivo de estar libres de malestar físico y térmico es determinante. Las fallas en la infraestructura muchas veces no acompaña el crecimiento de los rodeos en recursos y personal. Corrales de espera que quedan chicos, vacas apretadas, cabezas levantadas, castigo y gritos para ordenar el ingreso.

 

 

El piso debe ser higiénico, confortable para caminar, debe ser liso, plano y estar seco, no debe ser una superficie abrasiva ni resbaladiza.

 

 

“Imaginen por un momento el esfuerzo que deben hacer esas vacas para transitar de un sitio a otro. El barro es inherente a la producción tambera, especialmente en sistemas pastoriles pero hay que saber manejarlo”, recomienda Pofcher.

 

 

En este tambo las piedras que constituyen el concreto del piso ya afloran, y en muchos casos se lo asume como algo normal, sin importancia, pero tiene suma al displacer animal.  Miren esto:

 

Pofcher comparte un par de fotos de lo que cree es uno de los puntos centrales para enfrentar este proceso de combate al barro.

 

 

En este tambo se esparcieron ladrillos y piedras para consolidar el piso. “Si se fijan, las vacas corren las piedras para atenuar impacto en las patas”, describe el especialista. Y muestra esta foto:

 

Para mejorar el bienestar, en un tambo hicieron un tinglado pero dejaron esparcidos restos de la obra:

 

 

Múltiples imágenes con resoluciones dañosas para las vacas…

 

Otro tema que subrayó Pofcher son las largas esperas en pisos duros, que provocan un malestar que llevan a que las vacas se apoyen sucesivamente en unas patas y luego en otras. Se altera la circulación sanguínea de las vacas.

Otro elemento destacado de la exposición tuvo que ver con el arreo de los animales, otro momento clave donde el bienestar animal entra en tensión. Lo mismo que la existencia generosa de sombra para descanso.

Por Osvaldo iachetta – Redacción TodoLecheria.com.ar