EL BALLET ESTABLE DEL COLÓN VUELVE A ESCENA CON UN MENÚ CLÁSICO Y MODERNO
El segundo programa de la temporada 2021 incluye el segundo acto de El lago de los cisnes y las obras Clear y Paquita.
A partir de este miércoles 10 de noviembre, el Ballet Estable del Teatro Colón retoma el nuevo programa estrenado hace pocos días, compuesto por tres obras de épocas muy alejadas entre sí, aunque dos de ellas, sin embargo, fueron creadas por el mismo autor: el ineludible Marius Petipa.
Este nuevo programa mixto de la compañía que dirige Paloma Herrera es el segundo de esta temporada y dos de las dos obras elegidas son parte del repertorio más o menos habitual de una compañía de ballet: el segundo acto del El lago de los cisnes, de Petipa y Lev Ivanov, en una versión del argentino Mario Galizzi; y “Paquita”, de la que se vio también sólo una escena.
Ambas fueron creadas originalmente por aquel celebrado coreógrafo franco-ruso que reinó en los teatros imperiales de San Petersburgo y Moscú durante casi seis décadas.
El lago de los cisnes de Petipa (porque hubo una fallida versión de otro autor, muy anterior, sobre la misma partitura de P.I. Tchaikovsky) data de 1895 y el de Paquita, de 1847, es decir, casi cinco décadas antes.
Por otra parte, tenemos un reestreno: Clear, que fue ya montada en 2019 con el Ballet del Colón y que pertenece a un coreógrafo actual, el australiano Stanton Welch, director del Houston Ballet en Estados Unidos.
La función comenzó con el adagio (que significa un movimiento lento) del segundo acto de El lago de los cisnes. Al descorrerse el telón una exclamación de sorpresa y deleite surgió del público ante la bella imagen de los cisnes inmóviles antes de que irrumpieran los protagonistas de una de las escenas más hermosas del repertorio académico.
El encuentro entre el príncipe Sigfrido y Odette, princesa transformada en cisne por el maléfico mago Von Rothbart pero que recobra su forma humana durante la noche es el momento en que nace el amor entre ellos y que se sostiene sobre un lirismo muy decantado y muy puro. Ayelén Sánchez y Federico Fernández fueron los muy buenos intérpretes de esta escena así como la totalidad del cuerpo de baile.
Clear, creada por Stanton Welch en 2001 para el American Ballet Theatre, tiene un elenco atípico: seis bailarines y una bailarina. El coreógrafo se sintió inspirado por el atentado a las Torres Gemelas de aquel mismo año pero la obra, sin embargo, es casi enteramente abstracta y resulta imposible relacionarla con aquel terrible acontecimiento.
De hecho, lo que más exhibe es una serie de extenuantes destrezas físicas salpicadas aquí y allá con ciertos gestos desconcertantes, como taparse brevemente los ojos.
Jiva Velázquez hizo de un modo brillante un largo primer solo (aunque podría haber formado parte de cualquier otra obra con otro tema enteramente distinto) y Nadia Muzyca le dio consistencia y expresividad a un rol tan difícil de interpretar en el sentido de que no tiene una narrativa en la que apoyarse.
Afortunadamente, luego llegó el gran divertissment de Paquita. Este fue el primer encargo que el marsellés Petipa recibió al arribar a San Petersburgo cuando tenía apenas 28 años y estaba todavía, suponemos, inmerso en esa atmósfera de la España en la que había vivido recientemente y que fue la fuente de muchas de sus obras.
Aunque Paquita, la obra completa, tiene un argumento un poco complicado, el gran divertissement que se incluyó en el programa no pretende más de lo que muestra: sus danzas tocadas de un aire español, su efervescencia y alegría y muy lindas variaciones.
Fue muy bueno el desempeño del cuerpo de baile y excelentes los protagonistas: Maximiliano Iglesias como el oficial francés de la historia, y la maravillosa Macarena Giménez en el rol de la supuesta gitana Paquita.
Ballet del Teatro Colón
Directora Paloma Herrera
Programa Segundo acto de El lago de los cisnes, Clear y Paquita.
Desde el miércoles 10 hasta el miércoles 17 a las 20. Teatro Colón, Libertad 621
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