DÍA MUNDIAL DEL ACCIDENTE CEREBROVASCULAR, LAS CLAVES PARA EVITAR ESTA ENFERMEDAD MORTAL O DISCAPACITANTE
Cada 29 de octubre, desde el año 2008, se conmemora el “Día Mundial del Ataque Cerebral (ACV)”, destinado a informar y concientizar a la comunidad acerca de esta esta enfermedad mortal o discapacitante.
En Argentina el ACV afecta a una persona cada cuatro minutos. Más de 18.000 personas mueren al año por esta causa, según datos del Ministerio de Salud de la Nación, y es la primera razón de discapacidad y la segunda de muerte. Se estima que una de cada cuatro personas adultas podría sufrir un ataque cerebrovascular y casi un 30% de los sobrevivientes quedará con discapacidad permanente.
Medicina personalizada: el paciente tiene que estar en el centro
QUÉ ES EL ACV
“Cuando la sangre que llega al cerebro no es suficiente, ya sea porque una arteria se tapa o bien se rompe, ocurre un ataque cerebral. Así, cuando la natural circulación sanguínea al cerebro se interrumpe o se ve disminuida, comienza la aparición repentina de síntomas neurológicos, que pueden generar cuadros de parálisis de miembros o trastornos en el habla, entre otros”, explica el doctor Gabriel Persi, de la Sociedad Neurológica Argentina.
Los ACV se dividen principalmente en dos grupos:
Isquémicos: aquellos donde la interrupción del flujo sanguíneo se produce por la obstrucción de una arteria del cerebro. En la mayor parte de los casos la obstrucción está producida por la presencia de placas de ateroma, lo que comúnmente se denomina arteriosclerosis. Es el más frecuente ya que ocurre en el 80% de los casos.
Hemorrágicos: aquellos en los que ocurre un sangrado, consecuencia de la ruptura de una arteria. Así, la arteria se rompe por un aneurisma (dilatación progresiva que ocurre en una parte de la arteria debilitada), Cuanto más crece más se dilata y corre riesgo de ruptura.
Más de 18.000 personas mueren al año por esta causa, según datos del Ministerio de Salud de la Nación.
LOS SÍNTOMAS DEL ACV
Problemas en el habla, tanto en la expresión como en la comprensión.
Debilidad en un brazo y una pierna.
Asimetría facial.
Dolor de cabeza de gran intensidad.
Pérdida de la visión de un ojo o visión borrosa.
Dificultad para coordinar los movimientos; mareos y vértigos.
CÓMO PREVENIR UN ACV
Aunque su nombre lo indique, el ACV no es un accidente, sino un ataque. Por lo tanto, es un suceso que se puede anticipar y prevenir.
Controlar los factores de riesgo reduce hasta un 80 por ciento las chances de sufrirlo y para ello, la actividad física practicada de forma sostenida y regular, resulta un arma fundamental.
Según un estudio publicado en la revista Stroke and Vascular Neurology, que monitoreó a 16 mil pacientes, el ejercicio aumenta la aptitud cardiorrespiratoria y en consecuencia reduce un 68% el riesgo de sufrir un ACV.
En Argentina el ACV afecta a una persona cada cuatro minutos. Más de 18.000 personas mueren al año por esta causa, según datos del Ministerio de Salud de la Nación, y es la primera razón de discapacidad y la segunda de muerte.
LAS CINCO RECOMENDACIONES PARA PREVENIR UN ACV
No fumar y limitar la cantidad de alcohol: esto significa no más de 1 trago al día para las mujeres y 2 tragos al día para los hombres.
Controlar la presión arterial alta a través de una dieta saludable, ejercicios y medicamentos, si es necesario.
Haga ejercicio al menos 30 minutos al día, tres veces a la semana.
Mantener un peso saludable comiendo alimentos sanos, consumiendo porciones más pequeñas y participando en un programa de pérdida de peso si es necesario.
Comer sano es bueno para el corazón y ayuda a reducir el riesgo de accidente cerebrovascular. Ello significa:
Comer muchas frutas, verduras y granos enteros.
Consumir proteínas magras, como pollo, pescado, frijoles y legumbres.
Ingerir productos lácteos sin grasa o bajos en grasa, como leche al 1% y otros productos bajos en grasa.
Evitar los alimentos fritos, alimentos procesados y productos horneados.
Evitar las comidas con mucho sodio (sal).